miércoles, 11 de enero de 2012

Rebajas 2012


Hoy os traigo la edición de “Rebajas” de este año. (Las otras ediciones las tenéis aquí, aquí, y aquí).
Y es que las rebajas es un mundo complejo que tan solo estoy descubriendo. Tienen su parte buena (¡Hala! ¡Rebajas! ¡Vamos a comprar como si fuera el último día!), y que conste que no estoy en contra del consumismo: adoro el consumismo, el consumismo mueve el país, sin consumismo la economía se estancaría, la población tiene que comprar. Pero como todo, tiene su parte mala. Sí, vengo a quejarme de nuevo. Ya me conocéis, ¿en serio os sorprende?

En fin, como todos sabéis, soy dependienta (bueno, oficialmente, ayudante de dependiente, lo que quiere decir que hago lo mismo que un dependiente, pero cobrando menos) en una zapatería. Para la gente que estamos trabajando detrás de este grandioso fenómeno que son las rebajas, la semana anterior al primer día de las rebajas es una locura: sacarlo todo, aunque esté más que olvidado y lleve veinte años en el almacén muriéndose de risa, ponerle las pegatinitas de las narices con el precio del antes y del ahora, preparar las exposiciones en tiempo record (el día antes de las rebajas no puede haber nada rebajado y el primer día de las rebajas tiene que estar todo), preparar los escaparates, etc.

Pero si preparar las rebajas es una locura, las rebajas en sí lo son cien veces más, sobre todo la primera semana.

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Lo que más me molesta, después de todo el trabajo que supone preparar las rebajas son las quejas de los clientes:

Señora (S): ¿Tienes este en mi número?
Teté (T): Pues como no me diga cuál es su número… (yo adivina no soy)
S: el 37
T *tecleo en el ordenador*: No, el 37 no me queda.
S: ¿Y cómo es que no tienes el 37?

¿Qué quieres que responda a esa pregunta? En serio… ¿acaso esperas que te responda “No, mire, señora, es que no hemos traído el 37 para joderla a usted”? Pues si no queda el 37 será porque se ha vendido. Ese zapato en el 37 hace cinco meses estaba aquí… ¡haber venido antes!

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Y luego las quejas sobre el precio:

Señora (S): Oye, niña, ¿este precio está bien?

Te lo enseñan, y ves la pegatinita (una de esas que les hemos tenido que poner a cada uno de los zapatos): ANTES: 130€; AHORA: 125€

Teté: Sí, señora, el precio está bien. Con la rebaja se queda en 125€.
S: ¿Y cómo es que lo rebajáis tan poco?

¡Y yo qué sé! Ni que fuera yo la que pone el precio, eso es decisión del jefe. Así que, señora, el precio es de 125€: si le gusta, bien, y si no, pues lo deja.

S: ¿Y no me puedes hacer una rebajita?

La “rebajita” ya está hecha.

T: No, señora, yo el precio no lo puedo tocar.
S: Anda, un poquito. Es que si estuviera a 100€ sí que me los llevaba, pero por 125€ me parece mucho.
T: No, señora, que si no me lo quitan a mí del sueldo.

Pues mira, no sé si será verdad, pero yo no tiento a la suerte…

S: Ah, bueno, niña, pónmelos, me los tendré que llevar.

Que conste que yo no obligo a nadie a llevarse un zapato que no se quieren llevar. Ellas se lo van a llevar sí o sí, pero si pueden rascar algo…

S: Bueno, y con lo que me gasto, ya me podrías hacer un regalito, ¿no?

Maximum ¬¬. Lo peor de todo es que esto te lo dicen las que se dejan cien euros, como las que se dejan veinte. Te dan ganas de decirle: “¿una patada en el culo como regalito le parece bien?” o vacilarlas diciéndoles “sí, señora, mire, como regalo esta preciosa, nueva y flagrante bolsa de plástico para llevar sus zapatos nuevos.”

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Si es que rapiñan de donde pueden. Algunas con estas artimañas, pero otras son más listas. Te cambian la pegatina del precio de uno y te lo ponen en otro más caro.

S: Oye, ¿a qué precio se queda este?

Si le has quitado la pegatina del precio original, y has estado cuarto de hora buscando un zapato más barato para ponerle esa pegatina, sabes bien el precio.

T: Con la rebaja se quedan a 80€.
S: Pero aquí pone que 50€.

Miras la pegatina, y como en la pegatina pone, no solo el precio, sino también la referencia del zapato (se creen que somos tontos), la miras con cara de “no me toques las narices” o “sé perfectamente lo que has hecho”, y le dices:

T: No, esta pegatina no corresponde a este zapato. “Alguien” la habrá cambiado.

¡Toma indirecta! ¿Qué te crees? ¿Qué no te he visto mirando los zapatos uno a uno, con el otro en la mano, para ver por cuál cambias la pegatina? Son demasiado listas. Listas y retorcidas. Si no te cambian la pegatina, te hacen sacarles los dos pares de zapatos (el más caro y el más barato) y los cambian de caja, con la intención de llevarse el más caro en la caja del más barato con el precio de este último.

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Otras son más simples y aprovechan la confusión de la tienda llena para meterse el par de zapatos en el carrito de la compra “accidentalmente”. Afortunadamente, estas son las que menos: sólo son casos aislados.

Pero imaginaos que todas estas triquiñuelas no te la hace una señora, sino cinco a la vez. Vamos, que en esta época no sólo tengo que hacer de dependienta, sino que también de niñera de guardería, policía, vigilante…

Y todavía quedan casi dos meses de rebajas, ¡deseadme suerte!
Y vosotros... ¡Sed felices!

domingo, 1 de enero de 2012

Mi viaje a Alemania


¡Hola a todos! ¡Feliz año!

Hace un par de semanas hice un miniviaje a Alemania. Fuimos la familia de mi novio y yo a visitar a la hermana de mi novio (así me doy cuenta de que suena muy complicado) que está estudiando ahí de Orgasmus Erasmus, y también para aprovechar que estaba el mercadillo navideño de la ciudad (Heidelberg).

Así que pallá que nos fuimos.


La ciudad es preciosa, pero hacía un frio horrible, pero nada que no se pueda solucionar abrigándose bien. No, en serio, hacia un frio horrible.

Yo pasando frio.

El mercadillo navideño ocupaba toda la calle principal, y tenían unas cosas muy chulas, navideñas de verdad, y no como esas cosas que ponen en la Plaza Mayor (de Madrid), que son solo belenes.


¡Y mucha comida!

¡Salchichas!

También fuimos a ver el castillo medieval de Heidelberg, conocido por tener el barril de vino más grande de Europa. Del barril no hay fotos porque ocupaba una habitación entera y no cabía en las fotos. Pero deciros que contiene 200.000 litros y que ¡encima tenía una pista de baile!




Esta es una foto de la maqueta del castillo en sus buenos tiempos. Ahora ya no está así porque ha sido destruido tres veces (dos invasiones y un rayo malcaído).

¡Parece Hogwarts!

Yo iba a Alemania con ganas de comprar chocolates (mmm…) y me he traído kilos y kilos para todo el mundo (he de decir que no todo el chocolate que he traído estaba rico).
Y había una tienda de cosas de Navidad que estaba abierta todo el año. Tenían un árbol de Navidad de dos pisos de altura. Qué decir tiene que fue mi tienda favorita, con lo que a mí me gusta la Navidad. 
También había muchos Bancos Santander:


También creíamos que al llegar a Alemania iba a venir la Merkel a ofrecernos trabajo, ya que somos jóvenes universitarios, pero al final no la vimos. Pensábamos que venía cuando, estando comiendo en una cafetería en la estación de tren de la ciudad, empezaron a venir un montón de policías como los de “Rex, un policía diferente”, poniéndose chalecos antibalas y todo. “¡Pues claro! Viene la Merkel en tren para vernos, y estos son los policías que la protegen…”. Pero nos llevamos un chasco… solo era que iba a haber una manifestación.


Cosas que me sorprendieron de Heidelberg: la gente ahí no tiene perros. No es que no tengan perros, pero lo comparamos con los perros que se ven por Madrid, y apenas hay. Creo que en los tres días que estuvimos solo vi dos perros. Y ahí todo el mundo va en bici.


Y ese ha sido mi viaje resumido, muy navideño, aunque fue antes de la Navidad.
Y vosotros, ¿cómo habéis pasado la Navidad?

¡Sed felices!

PD.: Para los que no lo sepáis, he abierto un nuevo blog. Se llama Teté Make Up. Por supuesto, su temática es completamente distinta la de este, os invito a todos a pasar por el, aunque entiendo que no a todos os guste. Mi idea es seguir con los dos blogs, en este seguiré posteando (con mayor o menor frecuencia dependiendo de mi nivel de inspiración) mis cosillas más personales, mis reflexiones y artículos, y en aquel podre mis cositas de maquillaje y potingueo.
Sé que he estado ausente últimamente e intentare pasarme más por aquí, aunque os cuente chorradas, porque os tengo abandonados, pero tampoco me quiero convertir en esclava del blog, así que dependerá de mis ganas, de mi inspiración, y de las cosas que tenga que contaros. Por cierto, muchas gracias a todos los que habéis preguntado por mí, os lo agradezco de verdad ^^.
Y nada más que deciros de momento, que me está saliendo una postdata más larga que la entrada. Que tengáis un muy buen año 2012, y, como siempre, ¡sed felices!

lunes, 31 de octubre de 2011

Cuando llueven sapos

Hoy os dejo con un artículo escrito por Álvaro

Cuando llueven Sapos 

 Llueven sapos, o al menos eso es lo que dice la sabiduría popular: después de los primeros chaparrones de otoño, por todas partes aparecen ranas, sapos y otros anfibios como de la nada, o como si hubiesen llovido del cielo. 

La realidad es que, como todos los años, cuando comienzan las lluvias otoñales, los anfibios salen de sus madrigueras y escondites en los que han pasado el tórrido verano y empiezan a buscar alimento y a migrar hacia sus santuarios de reproducción. Un acontecimiento que en algunos lugares puede adquirir proporciones fascinantes, y que nos muestra como la naturaleza renace y rebosa de vida. 

No siempre es fácil ver a estos discretos animales, pues son de hábitos nocturnos y se camuflan bien en su entorno. Además les gusta pasear bajo la lluvia, la cual viene acompañada casi siempre de un viento frío de Noviembre. En definitiva, justo cuando a nosotros, las personas, nos gusta estar en casa, recogidos delante de la chimenea y con un techo sobre nuestras cabezas. 

En estas fechas, decenas, e incluso centenares de individuos, salen cada noche para recorrer el largo camino que les lleva desde sus residencias de verano hacia sus lugares de puesta. Los sapos, como la mayoría de anfibios, pasan las primeras semanas de vida en forma de pequeños renacuajos que dependen enteramente del agua para vivir, y es por ello que sus progenitores deberán depositar los huevos en embalses y lagunas, y recorrer grandes distancias para encontrarlas. Por el camino, los sapos aprovechan para aprovisionarse de alimentos, ya que cuando busquen pareja en primavera, probablemente no tendrán tiempo de buscar alimento. Comen pues toda clase de insectos que se pongan a su alcance, y contribuyen de este modo a evitar que aparezcan plagas que puedan ser dañinas para los pastos y cultivos. Un pequeño regalo que la naturaleza le brinda al ser humano. 

Uno de los escasos lugares en los que se puede contemplar la migración del Sapo Común (Bufo bufo) en todo su esplendor, es precisamente a las afueras de la localidad de San Martín de la Vega, en la Comunidad de Madrid. 

Lamentablemente, si podemos verlos con tanta facilidad, es porque estos animales tienen la desgracia de tener que cruzar una importante carretera en su trayecto anual. La M-301, una carretera de reciente construcción, se yergue como imponente barrera mortal para estos afanados animalitos, y muchísimos mueren atropellados al intentar salvar el obstáculo. 

Aunque obstinado, el Sapo Común no se caracteriza por ser especialmente ágil, y los vehículos que circulan a gran velocidad por esta carretera no suelen percatarse tan siquiera de su presencia. Apenas aparecen como unos bultitos marrones contra un fondo negro, iluminados vagamente por los faros de los coches, ya que la M-301, además de no tener pasos específicos para fauna, también carece de alumbrado público. 

Por el momento, la situación para los anfibios en San Martín de la Vega no parece tener una solución inmediata a menos que se acometan importantes obras de reforma en la carretera, y por ello la supervivencia de la mayoría de los animales depende de las propias personas. Por un lado, no es difícil esquivar a estos animales cuando se sabe de su presencia, pero hay que tener cuidado de no realizar maniobras peligrosas en la carretera. Con sólo reducir la velocidad ya se gana muchísimo: no solo es más fácil evitar el atropello innecesario de los anfibios, sino que también se reducen los riesgos para los conductores, pues recordemos que los sapos migran sobre todo cuando llueve. 

También hay un grupo de voluntarios abnegados, que vienen de todas partes de la Comunidad de Madrid, y se organizan a través de la plataforma electrónica “Salvemos a los Anfibios”. Ellos intentan evitar los atropellos innecesarios, y ayudan a los sapos a llegar sanos y salvos al otro lado de la carretera. Sin duda, una importante labor para el medio ambiente, pero también un grave riesgo personal de ser atropellados.

Por ello, a los conductores les rogamos, ya sea por los anfibios o por los voluntarios, que este otoño conduzcan con precaución si van a usar la M-301 de noche y con lluvia. Con toda probabilidad, se encontrará con ambas “especies” en la carretera, y ambas desean vivir.

Por Álvaro Vallvé

jueves, 13 de octubre de 2011

¿En qué piensan las monjas?

Últimamente tengo una duda que me reconcome por dentro y no me deja dormir por las noches.

Todo empezó (aviso de que es un comienzo absurdo) con que vi dos monjas juntas por la calle, lo que viene siendo patrullando por parejas. Esto no sería nada raro, veo monjas todos los días, hay un convento cerca de mi trabajo y un buen porcentaje de mis clientas son monjas. Sí, estoy acostumbrada a ver monjas. Pero lo que me llamó la atención de estas dos fue que eran de las monjas que llevan el hábito blanco (que será de no-sé-qué-orden, yo para esto soy bastante inepta); y bien, estas dos monjas iban juntitas por la calle, una de ellas con el hábito blanco amarillento, y la otra con el hábito blanco, blanquísimo, de un blanco nuclear, blanco a más no poder. En realidad no sería tan blanco, pero en comparación con la otra sí que lo era. Y a lo mejor la segunda no llevaba el hábito tan amarillo, no sé.
El caso es que pensé ¡Hostia sagrada! ¡Esto sería perfecto para un anuncio de lejía!

Sé que os ha decepcionado el comienzo, pero no digáis que no os avisé.

El caso es que todo empezó así (juro que es una historia 100% verídica), y desde entonces no he podido quitarme a las monjas de la cabeza.

Y a partir de ahí me puse a investigar (mentira, no me puse a investigar, pero suena bien ¿verdad?). Y entre otras cosas descubrí que hubo una monja que heredó un prostíbulo.

Pero lo que no encontré por ningún lado es ¿en qué piensan las monjas? Quiero decir, siempre me he imaginado que ellas, por dentro (en su intrincado interior) van criticando lo indecoroso que es el mundo a su alrededor, del estilo “¡Uy! Mira a esa, va enseñando los hombros, ¡qué poca decencia!” *se santigua* o “¡Uy! Esos dos besándose… y ni siquiera estarán casados” *se santigua*.

Otra opción, seguida por mucha gente es que las monjas piensan continuamente en sexo. Yo sinceramente, no lo creo así. La mayoría de ellas son vírgenes y no han conocido ningún tipo de sexo, viven en la inocencia propia de un niño. Y las que se meten en el convento sin ser vírgenes (hablo de que hayan tenido relaciones antes de meterse en la orden, que las hay, vamos a dejar el tema de la existencia de sexo dentro de la iglesia para otra ocasión), iba diciendo, las monjas que no sean vírgenes quizá lo pasen mal al principio de su abstinencia. Pero, haced la prueba. Después de una semana, necesitas tener sexo, después de tres meses te subes por las paredes, pero ¿en serio creéis que después de, no sé, cinco años, sigues con las ganas? A esas alturas ya se te ha resecado el chocho y no estás para pensar sino en otros placeres, como por ejemplo, hacer magdalenas. Dejadlo, sé que no haréis la prueba.

También está la opción de que su mente se haya colapsado en monjamonjamonjamonjamonjamonjamonjamonjamonjamonjamonjamón…

Y luego está la última opción, la más inquietante y acojonante de todas: que piensen lo mismo que cualquier persona normal. Sólo de pensarlo se me ponen los pelos de punta.

Para terminar os dejo con un video, que ya tiene sus añitos:

Y este otro:

¡Sed felices!

jueves, 25 de agosto de 2011

Publicidad de los años 80

Hoy os dejo con un vídeo horripilante: anuncios de los años 80, a cada cual más horrible, que hacen que de verdad nos avergoncemos de haber nacido en esa época. Bueno, yo soy del 89, casi, casi no me pilla, ¿no? ¿No?


Yo me quedo con el de la cerveza "Águila". En fin, voy a ver si consigo seguir estudiando sin distraerme más.

¡Sed felices!

miércoles, 17 de agosto de 2011

Frases absurdas (I)

¡Hola a todos!

Como estaréis viendo ahora mismo, a partir de hoy hay publicidad en este, mi blog. Están los de AdSense de Google, pero en especial, estoy colaborando con La Casa del Libro. Yo hago un montón de pedidos a La Casa del Libro, son rápidos y efectivos, por eso les he elegido. Además ahora (y hasta el 31 de diciembre) tienen un descuento de 5€ en los gastos de envío (por lo que se quedan en 0,95€ para envíos a España), y también hacen envíos a todo el mundo. En fin, que si estáis pensando en comprar libros (y complementos de lectura) por internet, no dudéis en pasar por aquí y pinchar en los anuncios ^^.

¿Habéis visto que bien vendo?
Pero bueno, no venia para hablaros de eso. Os traigo la primera entrega de “Frases absurdas”, que son frases 100% reales dichas por amigos y conocidos (y algunilla mía):

Álvaro: Soy más normal que la media.
Pues no sé cómo lo haces…

Teté: Yo al Indiana Jones me lo follaba con patatas.
Ñam, ñam.

Marco: Yo me sometería a una inteligencia artificial suprema.
Es lo más inteligente, dada la situación.

Manu: Cada planeta es un mundo.
Efectivamente, lo es.

Mi encargado: No hay nada más placentero que hacer el amor entre zapatos.
Prefiero no pensar mucho en ello.

Marco: Mi vida sexual es taaaan normal.
Toda una pena.

Iñaki: Soy una perra marica.
Y sin embargo, no le gusta que le conozcan como tal.

Teté: No me gusta la economía, pero me gusta que me den dinero.
Soy la exaltación de la inteligencia.

Marco: Es la chica perfecta: le gusta la ciencia ficción, las naves espaciales… Es como yo, pero con tetas.
Y una imagen terrible se me cruzó por la cabeza.

Álvaro: Quiero que por nuestro aniversario me regales el disco de Putilátex.
A lo mejor este no lo entendéis bien. Esto hará que comprendáis mejor:


¡Sed todo lo felices que podáis después de haber visto esto!
P.D.: ¡No olvidéis agregarme a twitter!

martes, 2 de agosto de 2011

Esto empieza a ser un vicio

Es que últimamente estoy un poco friki con Harry Potter. Será por el furor del final cinematográfico de la saga, que por cierto, fui a verla dos veces. Aunque no lo creáis, la segunda vez me sorprendió tanto como la primera.

Así que en esta última semana he estado haciendo una maratón de las ocho películas de Harry Potter. Mi idea inicial era ver una cada día y acabar el 31 de julio (que es el cumpleaños de Harry), pero debido a unos contratiempos es hoy cuando veo la última.

Además, estoy deseando ganar el sorteo de Blog de una Superfriki de la alfombrilla de ratón de Harry y Ron. No, no os pongo el link. No me interesa. No, no me interesa, porque si decidís apuntaros tengo más competencia. Así que, haced el favor: no os apuntéis.

Por cierto, por si no lo conocéis, en octubre se abre al publico la nueva pagina web Pottermore, que según BlogHogwarts:

Pottermore es el nuevo proyecto de la escritora J.K. Rowling. Se trata de un único website de uso gratuito que construye una emocionante experiencia en línea alrededor de la lectura de sus enormemente exitosos libros de Harry Potter, en compañía de su aliado Sony.
(…)
En un anuncio que asombrará a los fanáticos, ella describió cómo llevó a la vida las experiencias del Sombrero Seleccionador y de Ollivanders, de sus libros a Pottermore por primera vez, respondiendo preguntas hechas por el Sombrero Seleccionador, el cual ubica a los nuevos en las casas de Hogwarts de acuerdo a sus características; y la magia detrás del Selector de Varitas, que encuentra la varita apropiada para cada usuario, entre más de 33.000 combinaciones. También reveló nueva información acerca de algunos de los personajes más queridos.

Bueno, el caso es que, aunque la apertura al público es en octubre, tienes la oportunidad de registrarte antes si contestas a unas preguntas. Cada día (del 31 de julio al 6 de agosto) se publica una a un horario determinado, respondes a la pregunta que puede ser más o menos difícil, buscas la pluma mágica, y te registras. Eso si, cada día hay un número limitado de plazas. Así, si lo consigues, a partir del 7 de agosto te mandan un mail y puedes disfrutar de la pagina antes que nadie.

Toda esta parrafada para deciros que lo he conseguido. ¡Wiii! ¡Qué feliz soy! ¡Qué fácil es hacerme feliz! Ya solo me falta la alfombrilla del sorteo.

Para terminar os quería enseñar este video. Yo me he partido con el, todavía estoy llorando de la risa. Claro, que yo es que soy de lágrima fácil cuando de reir se trata...


¡Sed felices!

martes, 26 de julio de 2011

Sorteo en Blog de una superfriki

¡Wooo! En el blog de SuperfrikiBlog de una Superfrikitienen un sorteo por su primer añito. El premio son dos alfombrillas de ratón de Harry Potter y la Cámara secreta, en la que aparecen Harry y Ron en el coche volador.

Pincha en la imagen para ir al sorteo


¡Yo ya he participado, cómo no!

¡Sed felices!

viernes, 15 de julio de 2011

Hoy es el Día D

Sí, hoy es el Día D, el día que llevo esperando desde hace más de 10 años. Este día está apuntado en mi agenda desde que le pusieron fecha. Hoy es el estreno de la última película de Harry Potter.

Esos libros han marcado mi adolescencia. No exagero si digo que me he leído cada libro unas veinte veces. Una y otra y otra vez, me pasaba todos los días enganchada, ¡no había manera de despegarme de ellos! Creo que la única vez que mi madre me regaño por leer demasiado fue con uno de estos libros, una vez que trasnoché para seguir leyendo.

Y ahora me voy a poner un poco mas ñoña para deciros que Harry Potter es algo más que un libro. Es una historia espectacular que lo tiene todo, la ambientación, los personajes, todo. Consigue que de verdad te metas en el libro, te identifiques con los personajes, vivas las aventuras con ellos. Una de las cosas que más me gustan de Harry Potter es ver como los personajes evolucionan libro a libro, como van creciendo. Y yo crecí con ellos. Creo que fue un acierto empezar el libro cuando lo empecé: yo tenía la misma edad que Harry. ¡Bendita mi madre que me regaló los primeros libros por Navidades!

Y después de leerme los cuatro primeros libros (que ya estaban escritos cuando empecé a leerlos), los leí una y otra vez hasta que sacaron el quinto, y otra vez hasta que sacaron el sexto (mi favorito) y otra vez igual hasta que sacaron el séptimo. Creo que el séptimo y último fue el único que no me regaló mi madre. Fui yo al estreno del libro a La Casa del Libro. Aquello estaba lleno de gente vestida con los uniformes de Hogwarts x) Fue realmente divertido pelearme y empujar a los niños más pequeños que yo para conseguir un ejemplar. No era realmente necesario, pero molaba. Si ya decía mi psicóloga que yo disfruto con los conflictos.

Y hoy termina la aventura. Después de esta película, Harry solo quedara en nuestro recuerdo (¡y en nuestra estantería! En la mía ya tiene un lugar especial).

Ya tengo las entradas para la película. Bueno, las tengo desde hace cuatro días, porque si no, no hay manera de conseguirlas. Y esta noche después de mi trabajo me voy directa al cine, con mis palomitas y mi mantita a disfrutar de la peli. Seguramente vaya a verla varias veces.

A aquellos que vayan a verla, como yo, ¡a disfrutarla!
¡Sed felices!