domingo, 8 de agosto de 2010

Mis señoras – Anécdotas varias 1ª Parte

Estas son algunas historias de mis señoras que no dan para escribir una estrada completa, así que las pongo  juntas:

1.- ¿Son de verdad?
Esto es una de mis compañeras, que estaba atendiendo a una señora mayor, que tendría como 90 años. Mi compañera es bajita y tetona. La señora estaba medio ciega y no se enteraba muy bien de lo que ocurría a su alrededor. Sin embargo, sí que vio las enormes tetas de mi compañera acercándose a ella cuando mi compañera le iba a probar unos zapatos. Y a la señora no se le ocurrió otra cosa que:
-¿Son de verdad? –Mientras le palpaba las tetas a mi compañera. Podéis imaginaros la cara de mi compañera.

2.- Botas de verano
Este verano entro una señora diciendo que se iba de vacaciones y que necesitaba unas botas para el agua. Nosotros, a pesar de que todavía estábamos en julio, ya habíamos recibido las botas especiales para el agua de la nueva temporada de invierno. Así que el jefe manda a mi compañera a buscar las botas para enseñárselas a la señora. Cuando de nuevo sube mi compañera y se la enseña:
Señora (S): Pero, ¡esto es de invierno!
Jefe (J): Claro, son botas especiales para el agua.
S: ¿Pero no las tenéis de verano?
En ese momento hubo en la cabeza calva de mi jefe algún tipo de cortocircuito, que a ver como se lo explicaba.
J: Señora, las botas son de invierno, especiales para el agua, y como son de invierno dan calor. Los zapatos que tengo de verano son frescos pero calan. Si quiere algo que no deje pasar el agua, tiene que ser de invierno.
S: Pero es que las quiero para Oviedo, que ahí llueve.
Ahí, la que tuvo un cortocircuito fui yo. ¿De verdad necesitas unas botas de agua para irte a Oviedo?
La señora por su parte seguía empeñada en que ella había visto botas de agua de verano, y se fue indignadísima porque no le dábamos lo que quería.

3.- La bisabuela
Esto es una señora muy simpática que vino. ¡Si, también las hay simpáticas! Tendría unos sesenta y pocos años. Le estaba probando un zapato de charol y ella no estaba muy convencida:
Señora (S): Es que no se… con tanto brillo…
Teté (T): ¡Pero si es lo que se lleva ahora!
S: Si, para los jóvenes
T: ¡Pues como usted! ^.^
S: ¡Bueno, yo ya soy bisabuela!
T: O.O

2 comentarios:

Gabriel Cruz dijo...

jajajaja anda con la primera anécdota teté, me tomaré sus palabras para cuando una chava con ese par de cualidades me atienda, mira que palparle los senos a tu compañera, qué cosas, jajajaja...
Ni qué decir con las ocurrencias de cada persona, eso de pedir botas de verano que sean frescas, no se dónde habrá visto eso :P
Simpática la bisabuela, ojalá y te tocaran más señoras así de agradables :D
¡¡Abrasos teté!! vaya que tienes anécdotas simpáticas :)

Teté dijo...

Muchas gracias! ^^ Anque todavia no me da para escribir un libro...