martes, 26 de abril de 2011

Mis señoras- La de los treinta centímetros

¡Hola a todos!

Os quería contar lo que ocurrió el otro día en la tienda.
Resulta que estábamos bastante solitos y aburridos ya que la tienda estaba vacía. Pero el aburrimiento no duraría mucho. No es que esta historia sea divertida, pero fue una experiencia… digamos “entretenida”.

Llegó una señora a la tienda y me pregunta por un zapato de caballero que había en el escaparate:

Señora (S): Es para mi hijo. Él ya lo ha tenido antes, pero es que no sabemos qué talla es. Pero el piso mide 30 centímetros.

¡Ojo a los lectores! Así no se miden los zapatos. Pero lo acepté ya que al parecer era el mismo modelo.

Así que cogí el metro que tenemos y bajé al almacén para ver a qué talla le medía el piso 30 centímetros. Agarré el numero 43, lo medí y eran exactamente 30 centímetros. Así que más feliz que una perdiz subo con mi hallazgo.

Se lo enseño a la señora.

S: Pero esto es un 43.
Teté (T): Sí, un 43.
S: Pero mi hijo tiene un 41 ó 42.
T: Bueno, pero al 43 le mide el piso treinta centímetros.

Cojo el zapato, lo mido y le enseño a la señora que medía, efectivamente, treinta centímetros.

S: Pero esto no es una cinta (métrica) de costurera.
T: No, es de zapatero.
S: Pero entonces no mide igual.
T: O_o
S: Sí, porque los centímetros de esta no son iguales que los de la mía. No miden lo mismo. La mía es una cinta de costurera.
T: Señora (a ver como se lo explico), los centímetros miden lo mismo en todas las cintas métricas.

Para algo se inventó el Sistema Internacional de Medidas… ¡vamos, digo yo!

S: ¡Que le digo que no, que los centímetros de mi cinta no son iguales a los de esta!

Yo, ante cabezonerías, llamo a mi encargado. Que discuta él con las señoras.
A parte de discutir (no sabíamos cómo explicarle a la señora que un centímetro es un centímetro aquí y en la China), mi encargado le sacó otra cinta métrica, para enseñarle que los centímetros medían igual.

La señora se fue indignadísima diciendo que iba a volver con su cinta métrica y demostrarnos que los centímetros no medían lo mismo. Debía vivir cerca porque volvió enseguida, cinta métrica en mano.

S: Sácame el zapato.

Por favor, señora, se dice por favor.
Se lo saco, lo mide, y, efectivamente, medía treinta centímetros, clavao. ¡Zas, en toda la boca!

S: Me lo llevo.

Podía haberle dicho un millón de cosas. Restregarle por la cara que los centímetros son iguales en todos lados. Pero es mejor que ellas misma caigan de bruces contra la cruda realidad y se den (pero bien) en las narices.

Pero yo, por si acaso, le conté todas las condiciones para el cambio, porque ésta es de las típicas que vienen a cambiarlo, sólo por joder, porque se han quedado con ganas de discutir.

En fin.
¡Sed felices!

6 comentarios:

Jotauve dijo...

Pues tiene razon la señora, los centimetros de la cinta de costurera son blandos

Teté dijo...

Efectivamente, son mas blandos y maleables. XD

Creo que la señora se confundió porque en la cinta de costurera por un lado son centímetros y por el otro tallas (o algo así). Pero la cara de los centímetros mide centímetros de toda la vida!!!!

Atonau dijo...

Por un lado cm. y a veces por el otro pulgadas...

A mi me toco disutirle a un cliente que un litro de aceite y uno de agua tienen el mismo volúmen... pero distinto peso... como no pude con él, llame a un amigo que es profesor de física, después de varios minutos el cliente colgó el teléfono enfurecido gritando que las unidades de medida de los físicos son distintas de las del mundo real... O_o... Se fue y en la farmacia (veterinaria) se escuchó una gran y coreada carcajada... el cliente volvió enfurecidiiiisiiiisçmo, pero no podía contra todos, dependientes y clientes... así que se fue dando un gran portazo...

Hay gente para todo... ¿no?

Teté dijo...

"las unidades de medida de los físicos son distintas de las del mundo real" XD ¡Muy bueno!

Vianne dijo...

Que cabezonería la señora...

"porque ésta es de las típicas que vienen a cambiarlo, sólo por joder, porque se han quedado con ganas de discutir."
xD xD

Teté dijo...

¡No te imaginas lo malas que son algunas! Es que son malas, pero malas, malas. No todas, claro, pero se nota a la legua cuando vienen con ganas de discutir y mala leche. ¡Y no sabes como es cuando vienen varias juntas! Siempre hay alguna que te jode la venta (no sin antes dar por culo).