¡Soy inmortal!

¡Hola de nuevo!
Veréis, tengo 21 años. "¿Y qué me quieres decir con eso, Teté?" Pues que a los 21 se da un paso muy importante, no sólo es la mayoría de edad en todo el mundo, sino que también supone el cambio de abono transportes de Madrid. El paso decisivo y sin vuelta atrás de pasar del abono joven al abono adulto (o lo que yo llamo, el abono de los viejos). Así que me toca cambiar de abono en julio de este año. No sólo me hago mayor, sino que también me toca pagar más :-(
Estaba yo lamentándome de esto con mi compañera de trabajo, cuyo novio es estanquero, cuando me dice:
- Pero ahora lo han ampliado hasta los 22, ¿no?

Voy corriendo a casa toda feliz a comprobarlo en el Internete. ¡Y es verdad!

Y entonces la verdad me golpeó (Zas, en toda la boca): "Pe, pero... si me tenía que haber hecho vieja este año, y resulta que al final no... eso quiere decir que... ¡¡¡Soy inmortal!!!"
Y voy corriendo toda feliz, esta vez a mi novio:
- ¡Alvaro, Alvaro! ¡Que soy inmortal! ¡Soy inmortal! *dancing* <(^^<) (>^^)>

¡Arrodilláos ante mí, mortales!