Terribles artilugios de condenación eterna que jamás debieron ser invocados, por Álvaro

¡Hola de nuevo!
Antes que nada deciros que mañana seguramente no pueda publicar, ya que tengo dos exámenes (deseadme suerte ^^).

Bueno, esta es una entrada que me ha preparado Alvaro (mi novio) para vosotros.
Se llama Terribles artilugios de condenación eterna que jamás debieron ser invocados, espero que os guste:

El alma humana es un interesante fenómeno de la naturaleza, que puede ser estudiado desde distintas disciplinas de la ciencia y de las humanidades. Sin embargo, son pocas las ramas que se atreven a adentrarse en lo más profundo de su existencia, ahí donde la luz de la ciencia no alcanza y su llama eterna queda reducida a una diminuta luz titilante en la distancia.
En esas abismales profundidades del alma humana, habitan los más terribles engendros imaginables. Ponzoñosos, retorcidos y malvados, los deseos más ocultos del hombre encuentran su morada en la eterna oscuridad de este averno incognoscible. Y fruto de las maquinaciones y conspiraciones infernales de estas fuerzas imparables de malevolencia y crueldad pura, es de donde nacen las más abyectas obras de las que el ser humano es capaz. Aquí encuentran la inspiración que les insufla vida, monstruosas acciones llenas de oscurantez y brujería que rápidamente se extienden por el mundo de los mortales para condenarlos a la infelicidad eterna y para despertar sus más bajos instintos. Así como el mal solo engendra mas mal, la oscuridad que nace de lo más hondo del alma humana busca a sus semejantes en las almas de mas humanos, y poco a poco, uno a uno, van corrompiendo las barreras sagradas de la conciencia humana, infiltrando abyectos pensamientos y emponzoñando incluso las mentes más brillantes y las personas más benevolentes…
Y, desconocedores de que la curiosidad puede abocaros a los más terribles sufrimientos infernales, seguramente os preguntareis: ¿Cuál es ese diabólico instrumento capaz de corromper la humanidad y sacar los monstruos que en ella habitan?
Y yo os diré: “¡La Televisión!”
Y entonces, despavoridos y asustados, intentareis salir corriendo, huir lo más lejos posible… Pero ya será demasiado tarde. Ha entrado en vosotros, y vuestra consciencia, que siempre os acompañará, no cesara de hacer la misma y fatídica pregunta que tanto teméis formular:
“¿Y por qué medios la Televisión es capaz de invocar a las criaturas del averno y extenderlas por la faz de la tierra sin que ningún alma se dé cuenta ni pueda ofrecer resistencia?”
Y una vez más os diré: “Por medio del mas impronunciable tormento de condenación eterna jamás concebido: ¡La Telenovela!”

Continuará…